1. No sabemos lo que es comprar mamelucos y mamilas…
Pero si sabemos lo que es comprarles suéteres, platos y hasta zapatitos. Siempre los revisamos para asegurarnos que sean lo suficientemente calientitos para protegerlos del frío. Y los platos no solo bonitos, sino que cumpla con sus necesidades para su alimentación.
2. No sabemos lo que es buscar el juguete perfecto como muñecas o carritos…
Pero si buscamos, carnazas, pelotas o peluches pensando en que sea perfecto para su tamaño o para su personalidad, un juguete que lo haga feliz y correr por todos lados. Sabemos perfectamente que juguete les gustará a nuestro perro.
3. No sabemos cambiar pañales…
Pero si levantamos la popó que nuestro hijo perro hace, y no lo hacemos con disgusto, sino con todo el amor para siempre mantener limpio el lugar en dónde él se encuentra o el lugar en donde más perritos están. Y además nos enoja la gente que no lo hace.
4. No sabemos lo que es salir corriendo al pediatra…
Pero si sabemos lo que es correr al veterinario porque algo tiene y no puede decírnoslo. Y pasamos las horas de angustia esperando noticias del doctor, rogando que sea solo un susto y que no le pase nada, que esté sano y salvo. Nos comunicamos también con nuestros perros que sabemos perfectamente cuando se siente mal.
5. No sabemos lo que es escuchar la palabra “mamá” o “te quiero”…
Pero si sabemos lo que significan los ladridos y saltos que dan en el primer segundo en el que nos ven atravesar la puerta al llegar, su cara de emoción nos dice lo mucho que nos quieren. No hay nada tan maravilloso que ver la alegría con la con reciben siempre nuestros perros.
6. Le perdonas que haga desastre en tu casa…
Incluso le perdonas que rompa algunas de tus cosas aún cuando son muy caras. Es tu perro consentido lo amas y por eso le perdonas muchas cosas.
7. No sabemos lo que es dar a luz a un bebé…
Pero si lo que es tenerlo en el corazón, sabernos sus madres sin importar que tengan 4 patitas y estén llenos de pelo, porque para nosotras lo más importante son ellos y daríamos la vida por su bienestar.
Es difícil que los que no tienen hijos perros puedan entender este concepto, pero es importante saber que el ser madre no necesariamente tiene que ser de un humano, también todo nuestro amor, dedicación, desvelos y sacrificios son dados a un peludo que amamos más que a nada en la vida.
¡Feliz día a las mamás de perrhijos!
